UNA ALTERNATIVA CREATIVA
por
John David García
Sociedad para la ética evolucionaria

Empezando en los Estados Unidos y posteriormente en Chile y México se ha desarrollado una alternativa educativa, económica y social de cómo se puede vivir mejor. Este proceso comienza con la realización que el único objetivo de la vida es ser máximamente creativos.

Intuitivamente, "creatividad" es el proceso por el cual inventamos maquinarias, descubrimos leyes científicas, creamos obras de arte y además, ayudamos a otros hacer estas mismas cosas. Lo más creativo que podemos hacer para nosotros es maximizar la creatividad de nuestro prójimo.

La sociedad para la ética evolucionaria (S.E.E) es una asociación civil internacional sin fines de lucro. S.E.E educa y mantiene a sus alumnos sin cobro alguno, les da trabajo y oportunidades creativas y empresariales a todas las personas que entiendan la obra y compartan el valor básico de S.E.E de querer maximizar la creatividad. Estas oportunidades se están dando en los Estados Unidos, Chile y México.

No importa del lugar que sea está convidado, S.E.E trabaja con pequeños grupos de aproximadamente ocho personas, sin cobro, con el propósito de ayudarles hacerse autosuficientes ya sea en lo educativo, económico y eventualmente como ser autosuficiente en todo aspecto de sus vidas. Este trabajo se desarrolla en un ambiente ético en cual el único bien es aumentar la creatividad; y, el único mal es disminuir la creatividad para cualquiera persona. Este proceso empieza con granjas y escuelas autosuficientes.

En México, las personas que quieran participar en S.E.E como estudiantes, trabajadores creativos o emprendedores se pueden comunicar con los siguientes dirigentes de S.E.E, México: Arq. Guillermo Sánchez Rivera, teléfono 3616-7995 (Guadalajara); Arq. Irwin Yeroham, teléfono 5531-3830 (México, D.F.). También se pueden comunicar con los siguientes teléfonos: Estados Unidos (415) 876-5239 y (415)751-5347.

Lo que sigue es un resumen muy breve de la filosofía y de los valores de S.E.E. Si está interesado, podemos proveerle de libros y más documentación con el propósito que comprenda bien quíenes somos, a dónde vamos, cómo pensamos llegar y cómo puede estudiar y trabajar con nosotros.

Según la lógica clásica el libre albedrío es una ilusión. Nacimos de padres que no escogimos en un ambiente que no hicimos. Así es que cada acción que emprendemos, y aun cada pensamiento que tenemos, se puede seguir por una pista de ocurrencias a origenes fuera de nosotros mismos. La física moderna por la mecánica cuántica, nos puede dar una justificación no clásica para el libre albedrío, pero intuitivamente podemos justificar la creencia en el libre albedrío porque el hecho de creerlo, nos hace más creativos de que si nos vemos como víctimas de nuestro ambiente y nuestras circunstancias. Si una creencia nos hace más creativos, y el hecho de no creerlo nos hace menos creativos, entonces eso es una evidencia científica que la creencia es verdardera. Creer en nuestro libre albedrío y asumir que somos totalmente responsables por todo lo que hacemos y todo lo que nos pasa, es la primera regla en el juego de la vida.

El juego de la vida es un juego en que somos simultáneamente piezas y jugadores. Como piezas, nuestras acciones y pensamientos son determinados por eventos fuera de nosotros mismos. Pero como jugadores, somos capaces de predecir, controlar y parcialmente modificar, por nuestra creatividad, el ambiente en que vivimos para hacernos nosotros mismos juntos con nuestro prójimo más creativos. Podemos escoger hacernos menos piezas y más jugadores. Al escoger jugar al juego de la vida, nosotros y todos los demás que también se integran a este juego siempre nos haremos más creativos. Lo que ganamos en este juego es aumentar la creatividad de todos los que participan en el juego con nosotros. Sobrevivimos y nos hacemos inmortales en la creatividad que incrementamos en otros. Si escogemos jugar en este juego, siempre ganamos. Si rehusamos jugar, siempre perdemos.

La evolución de la biosfera es parte del juego de la vida. La evolución es un proceso creativo por el cual la vida se hace siempre más inteligente. La creatividad es la forma más elevada de la inteligencia. La base del universo no es la materia ni la energía, sino la información. "Información" es la representación simbólica de eventos y sus relaciones. "Verdad" es información que aumenta la capacidad de predecir y controlar algún aspecto del ambiente para alguna persona sin disminuir esta capacidad para ninguna otra. "Falsedad" es información que, al creerla, disminuye la capacidad de predecir y controlar cualquier aspecto del ambiente, para la persona que la cree.

"Acto creativo" es un acto que aumenta la verdad por lo menos para una persona sin disminuirla por ninguna otra. Y, "acto destructivo" es cualquier acto que decrese la verdad por cualquier persona, no importa que tantas personas se consideren que se van a beneficiar.

En la evolución, mutaciones benignas aumentan la verdad dentro del ADN colectivo de la biosfera. Las mutaciones dañinas decresen la verdad dentro del ADN colectivo de la biosfera. Un acto creativo es análogo a una mutación benigna; excepto que la verdad aumenta en la cultura colectiva de la humanidad. Un acto destructivo decrese la verdad dentro la cultura colectiva de la humanidad. Se puede comprobar científicamente que, hay un solo mecanismo cuántico universal que impulsa y causa la evolución tanto como la creatividad personal. Para maximizar la creatividad es imprescindible entender este mecanismo cuántico.

Hay un patrón en la naturaleza por el cual se ve la evolución de la materia, la vida y la mente que consiste en saltos cuánticos en los cuales primero se juntan pares complementarios en grupos de dos y luego cuatro pares complementarios en grupos de ocho para hacer estos saltos. Por ejemplo, en la evolución de la materia el primer átomo, el hidrógeno, consiste en un par complementario de un electrón y un protón con cargas y masas complementarias. El primer salto en la evolución atómica ocurre en la fusión de cuatro pares complementarios de átomos de hidrógeno que producen un átomo de helio de cuatro electrones y cuatro protones; un neutrón es esencialmente una fusión de un electrón y un protón. El siguiente salto cuántico en la evolución atómica es por el cual se produce un átomo de carbono de la fusión del helio.

El carbono es el átomo más generalizado; es igualmente donador y aceptador de electrones. Consiste en cuatro protones activos juntos con cuatro electrones activos - cuatro pares complementarios. El carbono es la base de la evolución química que nos lleva a las moléculas reproductivas autocatalizadoras como la adenina, timina, guanina y citosina que forman otro sistema de cuatro pares complementarios en el ADN. El ADN es en sí mismo un sistema de pares complementarios y es la base de la vida para todos los seres de la biosfera.

En la biosfera los sexos son pares complementarios. El factor común en la evolución de la biosfera es el incremento monotónico en la inteligencia colectiva de la biosfera. "Inteligencia" es la capacidad de predecir y controlar algo en el ambiente total - físico, biológico y psico-social. Todo esto es lo que incrementa en la biosfera y en nuestra evolución psico-social dentro de la cultura colectiva de la humanidad.

La inteligencia de todos los animales avanzados es reflexión de su sistema nervioso. El sistema nervioso evoluciona de pares complementarios de neuronas a pares complementarios de cerebros. El cerebro humano es el primer sistema neural de cuatro pares generalizados de cerebros. Cada hemisferio cerebral es un complemento de la otra, la famosa diferencia entre el cerebro derecho y el cerebro izquierdo. El cuarto cerebro es el cerebro puramente humano, la neocorteza avanzada. Dentro del cuarto cerebro está el tercer cerebro, la corteza mamífera o el sistema límbico. Dentro del tercer cerebro está el segundo cerebro, el complejo del reptil. Más abajo del segundo cerebro está el resto del sistema nervioso, el cerebro del pez. El sistema nervioso humano consiste en cuatro pares complementarios evolucionados para dar el siguiente salto cuántico en la evolución de la biosfera.

Cuando el sistema nervioso llega al grado de inteligencia que tenemos inteligencia sobre nuestra propia inteligencia, el hecho de poder predecir y controlar nuestra misma capacidad de predecir y controlar produce en sí un salto cuántico en la evolución de la inteligencia que es la ética. "Etica" es el deseo y el acto de ser creativo. Lo bueno es aumentar la creatividad; el mal es disminuir la creatividad. "Creatividad" (C) es una interacción entre la Inteligencia (I) y la Etica (E), C = IE.

Donde: -infinito < C < +infinito, 0 < I < +infinito, -1 < E < +1. C negativa es destructividad.

"Evolución" es el proceso por cual avanza la inteligencia mediante el desarrollo del sistema nervioso hasta que la inteligencia se hace autocatalizadora, para después hacerse ética. El mecanismo cuántico que impulsa la evolución y la creatividad es el siguiente:

Todo efecto cuántico desde el patrón, aparentemente, aleatorio de los electrones hasta la creatividad humana, aparentemente no aleatoria, se puede ver como un efecto de campo de información verdadera fuera de nuestro tiempo y espacio - el mundo cuántico. Esto es lo que el gran físico y filósofo, David Bohm, ha llamado "el orden implícito del universo" que causa todo fenómeno cuántico, demostrado como el orden explícito del mundo clásico, lo que observamos.

Algunos místicos le han llamado al universo de verdad infinita fuera de nuestro tiempo y espacio "dios". Otros, como los budistas, le dicen "nirvana". Benito de Spinoza le denomino "dios" por lo cual él entendía la totalidad de la naturaleza, un dios no personal. La evolución física, biológica y psico-social, es el proceso por cual se va siempre integrando y desaleatorizando, más y más información del orden implícito dentro del orden explícito. El sistema nervioso y aun el ADN son catalizadores de esta integración. Así se cataliza a sí mismo la evolución y la creatividad.

Ser creativo es el destino de la humanidad. Es lo que es natural. Lo único que nos impide en esta épica cosmológica es nuestro propio miedo. Ni las vaguedades de nuestro ambiente ni las maldades de otros nos pueden impedir tomar toda la verdad que siempre tenemos a la mano y que nos viene del mundo cuántico, o sea Dios para los creyentes. Sólo tenemos que reconocer que tenemos una conexión eterna a una fuente de verdad infinita y que sólo nuestro mismo miedo nos puede impedir tomar la información que necesitamos para resolver cualquier problema.

El cerebro cuántico, que nos une con la verdad infinita del universo cuántico, y que a la vez la desaleatoriza, consiste en los lóbulos frontales de la neocorteza, y quizás en otras partes de la neocorteza. En los lóbulos frontales es donde también se concentran el juicio ético y la imaginación creativa. Cuando se destruyen los lóbulos frontales, ejemplo en una lobotomía, también se destruye la capacidad de demostrar juicio ético e imaginación creativa, aunque no se destruya la inteligencia básica de la persona ni sus memorias. Los tres cerebros primitivos, y quizás otras partes de la neocorteza, constituyen el cerebro clásico que produce nuestra inteligencia básica. El cerebro clásico nos permite aprender y reproducir patrones complejos de comportamiento; el cerebro cuántico es responsable por nuestras ideas novedosas.

El proceso de transformación creativa es el proceso de como aprender a controlar el miedo y hacernos máximamente creativos utilizando el cerebro cuántico para desaleatorizar la verdad infinita del orden implícito del universo cuántico para saber cómo amar a nuestro prójimo. "Amor" es el deseo y el acto de maximizar la creatividad de nuestro prójimo; eso es lo que maximiza nuestra propia creatividad. "Miedo" es la creencia que no podemos crear. Sólo el amor quita el miedo.

La ciencia nunca nos da nueva verdad. Toda verdad viene del orden implícito del universo, o de Dios para los creyentes. "Ciencia" es un método para separar y distinguir la verdad de la falsedad. Es decir, toda verdad sea científica, artística, religiosa, política o ética tiene su origen en la experiencia mística, no en la ciencia. Pero el misticismo tanto nos conduce a la verdad como también nos lleva al auto-engaño cuando se basa no en amor, sino en miedo.

La base de la ciencia está en la verificación objectiva por experimentos en el orden explícito de ideas e intuiciones que nos vienen del orden implícito, es decir, una experiencia mística. Los grandes científicos como Kepler, Newton, Einstein, Heisenberg, De Broglie, Pauli, Schrödinger y muchos otros, son casi todos sumamente místicos. Los científicos ateos y antimísticos, son por lo general mucho menos creativos que los científicos místicos. Esto es evidencia que hay algo de verdad dentro del paradigma místico. El paradigmo místico tiene cuatro partes:

1. Hay un orden ético-moral en el universo.

2. Hay una inteligencia más superior que la humana dentro del universo; esta inteligencia es por lo menos, parcialmente responsable por el orden ético-moral del universo.

3. Es posible para la humanidad comunicar con esta fuente común de orden ético-moral y de inteligencia superior a la de la humanidad.

4. Nuestra ética personal facilita esta comunicación; es decir, lo más éticos que nos comportemos, lo más creativos que seremos; cuando somos inéticos sólo somos destructivos. Por eso C=IE. Este es el orden ético-moral del universo.

Este paradigma parece ser verdadero porque los que lo creen y lo combinan con la ciencia aparentan ser mucho más creativos que los que no lo creen. Si creemos en el paradigma místico, somos más creativos que si no creemos en este paradigma. El misticismo es necesario pero no suficiente para maximizar la creatividad. Lo que es necesario y suficiente para maximizar la creatividad son el mistimismo, la ciencia y la sensibilidad artística. Pocas escuelas nos dan esa combinación. El hecho de especializar la inteligencia también nos hace mínimamente inteligentes.

Porque C=IE y, cuando somos inéticos, E es negativa y la creatividad negativa es la destrucción, primero es más importante hacernos máximamente éticos antes de tratar de hacernos máximamente inteligentes. Si somos muy inteligentes pero poco éticos, nos hacemos muy destructivos, como Lenin, Hitler, Stalin y muchos de los líderes políticos y economistas del mundo cotidiano. Lo mejor es intentar maximizar la ética junto con la inteligencia. Pero las escuelas de todo el mundo enfatizan cómo maximizar la inteligencia especializada, mas no la ética. Esto produce un carecimiento de creatividad en la humanidad. La ética se destruye a través del miedo si cada vez que somos creativos nos castigan y, si cada vez que repetimos lo que nos enseñan lo repetimos inteligentemente, pero sin pensamientos originales propios, nos premian, eso nos convence a la larga, no importa que tan inteligentes seamos, que no somos creativos; y eso es lo que nos hace sentir mucho miedo.

Para dominar el miedo y maximizar nuestra propia creatividad y la de nuestro prójimo, necesitamos cambiar el enfoque educativo de maximizar la inteligencia especializada a maximizar la creatividad generalizada. Estos conceptos se pueden usar no solamente en la educación, sino también en la economía y todo campo social, ecológico y político. Toda riqueza humana viene de la creatividad. Los que maximizan su creatividad, también maximizan su riqueza. El problema es que muchas de las personas creativas son manipuladas a través del miedo que les queda por gente no creativa, para que los creadores nutran a parásitos con su creatividad. Es inético nutrir a parásitos. Todas las personas no creativas se han degenerado y se han convertido en parásitos.

Todos nacemos con la potencia de hacernos máximamente creativos. Sólo el miedo inculcado por parásitos, motivados solamente por miedo, nos impide. Y sólo nuestro propio miedo permite que nos manipulen. El proceso de transformación creativa es el proceso de superar el miedo y maximizar la creatividad en cinco pasos principales. Estos pasos son:

1. Aprender a como tomar todas las decisiones de nuestra vida según la ética evolucionaria para maximizar nuestra creatividad y la de nuestro prójimo, sin nunca disminuir la creatividad de ninguna persona; aprender a jugar el juego de la vida.

2. Aprender a como amar a nuestro prójimo y no temerlo, sabiendo que el amor es el deseo y el acto de maximizar la creatividad de otro sin esperanza de premio externo ni temor de castigo.

3. Reconocer que el miedo es la creencia que no podemos crear, y que esa creencia es una ilusión; reconocer que somos creación y que todos podemos crear si escogemos tomar la verdad infinita que siempre tenemos a la mano; rechazar el miedo como motivador de nuestras acciones es escoger hacer lo más creativo posible, independientemente del miedo que sentimos. Escogemos amar en vez de temer. Es una decisión por la cual nunca podemos perder.

4. Aprender a ser máximamente creativos por el hecho de maximizar la creatividad de otros, que es lo que maximiza la creatividad propia. Este proceso se llama "autopoiesis" que es un proceso biológico, primero descrito por los científicos chilenos, Francisco Varela y Humberto Maturana, por el cual proteína se crea a sí misma creando ADN, mientras que el ADN se crea sí mismo creando proteína. Hay una manera dentro del proceso de transformación creativa de extender autopoiesis del mundo biológico al mundo psico-social. Autopoiesis generalizada es cualquier proceso en que hay un intercambio creativo de información complementaria. Esta extensión se hace óptimamente en un equipo de cuatro hombres y cuatro mujeres - cuatro pares complementarios, un octeto. Pero antes se tiene que pasar por los tres pasos anteriores; esos pasos interaccionan sinergéticamente con el proceso autopoiético a nivel psico-social.

5. Finalmente aprendemos a como hacernos como individuos, así como octetos y como redes de octetos, seres autosuficientes en todo aspecto educacional, económico y social, para vivir solamente de nuestra propia creatividad, cooperando voluntariamente con todo ser ético, y no ser parte de un sistema inético que explota a las personas creativas para nutrir a parásitos destructivos.

© John David Garcia, 1993.